viernes, 10 de abril de 2009

volveremos y plantaremos...


Cuando llegué al lugar del que me estoy yendo en este momento, vi ese fondo pequeño con el parrillero y ese cajón de cemento como homenaje a un hipotético jardín que un dedicado habitante podría improvisar.

Inmediatamente ante mí aparecieron imágenes de ese espacio lleno de hierbas aromáticas para la cocina, yuyos curativos, flores y hasta cannabis activa.

Aquí quiero vivir, dije firme y concreté el arrendamiento.

Nunca limpié ese espacio de tierra, nunca lo arengué y nunca, nunca planté absolutamente nada en él.

Hoy tengo que abandonar el departamento, y mientras limpio un poco para dejar un poco de dignidad, siento cómo ese cajón de tierra se ríe de mí.

Nunca cumplí mi auto promesa, traicioné a mis sueños, me traicioné ensimismándome, no me abandoné a mi placer, o si, pero siempre con esa tensión permanente que deja a uno sentirse libre y des contracturado.

Perdí. Me voy, y creo que el jardín se tomó su revancha.

No hay comentarios: