martes, 2 de febrero de 2010

el úinico consuelo

Estoy metido en este pozo del que creo que no voy a salir más.

Me duele todo el cuerpo y quiero seguir en esta cama, en esta habitación hermética, oscura y sin aire.
Quiero despertarme cuando todo haya terminado y me tenga que ir definitivamente.

Encarcelado en mi propia hiel y depresión, ya no hay esperanza, ese es el único consuelo.

jueves, 20 de agosto de 2009

El ángel


Mi mamá me tuvo a sus diecisiete años. Mi viejo le llevaba más de veinte.

Vivían en una chacra cerca de un pueblo que se llama Toledo, rodeado de gallineros y campo; No era fácil la vida por allá.
Arrancada de su familia, Angelita se había aferrado a Dios y a mi lejano padre.

Pronto quedó embarazada y su fe le asistió en pensar nombres; Esteban, por el profeta sufrido…, o Gabriel, por el arcángel. Esteban Gabriel…No, Gabriel Esteban está mejor.

Gabriel Esteban fue mi sentencia. Me gusta ese nombre.
Creo que los nombres marcan a las personas y su entorno. Siento eso cuando mi madre me mira con ternura y esperanza. Siento que ve a través de mí a ese ángel que la ayudó a pasar los inviernos helados, a bancar al viejo, a tener fe en algo. A seguir.

Me gusta Gabriel. Hasta por momentos creo que un ángel me mira desde la cabecera de la cama, y me cae bien la idea. Alguien me dijo alguna vez que cuando te zumban los oídos, es porque un ángel quiere hablarte.
A menudo me ha pasado y me encuentro como queriendo estar en cierto “trance”, dispuesto a recibir el mensaje. Nunca lo logré y es más, creo que estoy quedando sordo.
Busco al ángel para pedirle ayuda, explicaciones y enojarme con él. No importa el por qué, quiero echarle la culpa de algo; igual es un ángel y me va a perdonar. Miro las estrellas, busco señales, creo escuchar algo, pero no.

Llega el domingo y nos reunimos con mis hermanos en lo de Ángela.
Ángela preparó unos tallarines caseros con tuco.
Ángela los sirve calentitos en una fuente enorme.
Ángela corta pan fresco y nos lo ofrece generosamente.
Ángela te sirve el plato rebozante aun cuando le digas “sólo un poco”.
Ángela te servirá de nuevo aunque le digas “no quiero más”.
Ángela disfrutará viéndote devorar ese plato.
Ángela tomar ese vaso de vino tinto contigo.

El domingo ese, es el domingo de la pascua. Es la iluminación.
Ángela es ese Ángel, mi nombre es Gabriel y es sólo un nombre…

viernes, 10 de abril de 2009

volveremos y plantaremos...


Cuando llegué al lugar del que me estoy yendo en este momento, vi ese fondo pequeño con el parrillero y ese cajón de cemento como homenaje a un hipotético jardín que un dedicado habitante podría improvisar.

Inmediatamente ante mí aparecieron imágenes de ese espacio lleno de hierbas aromáticas para la cocina, yuyos curativos, flores y hasta cannabis activa.

Aquí quiero vivir, dije firme y concreté el arrendamiento.

Nunca limpié ese espacio de tierra, nunca lo arengué y nunca, nunca planté absolutamente nada en él.

Hoy tengo que abandonar el departamento, y mientras limpio un poco para dejar un poco de dignidad, siento cómo ese cajón de tierra se ríe de mí.

Nunca cumplí mi auto promesa, traicioné a mis sueños, me traicioné ensimismándome, no me abandoné a mi placer, o si, pero siempre con esa tensión permanente que deja a uno sentirse libre y des contracturado.

Perdí. Me voy, y creo que el jardín se tomó su revancha.

lunes, 9 de marzo de 2009

se puede/no se puede


Ya no creo en eso que el universo te ayuda a cumplir tus sueños.

No creo que todo se acomode estratégicamente como en un tetris y de manera
mágica estás pronto para vivir la vida que deseas.

La estructura nos tiene y nos puede. Con eso no se puede.

Te descarriás y tarde o temprano lo pagas. Sino, mudate a una isla... aunque ya ni sé si sirve de algo; me parece que están todas privatizadas y hay que pagar impuestos.

domingo, 1 de marzo de 2009


Siento como se escurre todo entre mis manos
y el tiempo se lleva los restos del pasado que todavía añoro.

Una segunda adolescencia que se va llevándose consigo las migas de una pasión que ya no es.
Siento que tengo que acomodarme a este tiempo,
pero no encuentro quien me señale el lugar donde mejor pueda cobijarme.

Entonces me convierto en un paria sin rumbo, llevando en mi bolsa una cantidad de fantasías inexistentes

Y se van mis días... caminando sin sentido mientras todavía decido qué es lo que tengo que decidir.

Allí es donde me atrapan de vez en cuando y me desnudan, me golpean y luego me dejan seguir un rato más...

Van doblegando mi voluntad, hasta agotarla y dejarla desfallecer.

Entonces me dejo llevar por la brisa y la ola, esperando que me dejen a salvo, a buen puerto.

jueves, 18 de diciembre de 2008

ojo con las fiestitas de la escuela


El otro día fui a la fiesta de fin de año de la escuela de San, mi sobrino… es increíble lo que se le hace hacer a los niños solo para que los padres vean que “hacen cosas”…
Cosas tan horribles como cantar a capela letras indescifrables para nosotros. Vestirnos con ropas horrorosas que simulan ser trajes de otras épocas. Hacer juegos pelotudos para demostrar nuestras destrezas. Girar en círculos sin fin mientras suena un tamborcito. Y muchas otras que mejor ni seguir mencionando…

Me acuerdo que en primero de escuela me hicieron bailar el carnavalito (baile que la verdad no me gusta en absoluto).

Para la ocasión me confeccionaron un traje que consistía en un poncho y gorro hecho con bolsa de arpillera y bordada con lanas de todos colores. Era como estar durmiendo arriba de paja brava…

Era diciembre y el calor picaba un poco más que el disfraz que tenía puesto.
Para peor, me hicieron bailar con una compañerita que era fea y olía mal, muy mal.
Eso me marcó. Me marcó mucho. Tanto que hoy detesto el carnavalito, las cholitas y casi cualquier danza colectiva…

Así que hay que prestarles atención a los chicos. No los subestimemos, no sea que lo que hagamos ahora, los convierta en potenciales psicópatas, enajenados o simplemente demasiado analíticos.

domingo, 7 de diciembre de 2008


se cayó el velo y volvimos a la misma miseria de siempre
la magia se quedó atrás de las bambalinas
si te acercas un poco te das cuenta que no es de verdad...